La ministra de Medio Ambiente reitera, ante una pregunta de la senadora del PP, Begoña Contreras, que la presa se hará con la rebaja «intentando» que cumpla todos los objetivos.
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Diario de Burgos
La presencia ayer en el Senado de diez integrantes de la Comisión de seguimiento de las obras de la presa de Castrovido, a donde acudieron para escuchar la respuesta de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, a una pregunta del PP sobre la actuación del Gobierno en este asunto, acabó con el desalojo de los miembros del colectivo por parte de los empleados de seguridad del Senado, quienes cumplieron las órdenes del presidente de la Cámara, el socialista Javier Rojo.
Esto sucedía tras la intervención de Narbona, y cuando los representantes del colectivo mostraban una camiseta con el lema: ‘Castrovido sí, rebajas no’ en alusión a la bajada de la capacidad de embalse de la presa proyectada por Medio Ambiente, ante lo que se oponen.
Poco más de cuatro minutos empleó Narbona, en contestar a la senadora del PP por Burgos, Begoña Contreras, sobre el respaldo del Gobierno a la gestión de la presidenta de la CHD, Helena Caballero y la gestión del Ejecutivo de las obras de la presa de Castrovido. La ministra, reafirmó su confianza en Caballero y la postura del Ministerio en rebajar la presa en once metros, y aseguró que «la presa en su dimensión inicial no hubiera evitado las inundaciones en la cuenca del río Arlanza».
Además añadió que para paliar las avenidas se han puesto en marcha «un conjunto de actuaciones» en la cuenca. En este punto pidió a la senadora del PP que «interceda ante la Junta de Castilla y León «para que no se tarde tanto como se ha tardado hasta ahora en dar las autorizaciones pertinentes para que podamos llevar a cabo esas actuaciones».
no hay retrasos. También respondió a las acusaciones sobre el retraso de las obras y de la presentación del modificado de las mismas, «no está tardando más en elaborarse que la mayoría de los modificados de obras públicas que en este país se hacen todos los días sin que susciten tanta tensión». En este nuevo proyecto, según la ministra, se «intentará» cumplir con todos los objetivos previstos en la presa «con mayor eficiencia» que con el anterior.
Respecto a la gestión de la presidenta de la CHD, Narbona defendió su actuación ya que «está tratando de reconducir el caos administrativo» heredado del Gobierno del PP, al que acusó de provocar un «quebranto patrimonial de 50 millones de euros» en su gestión de la sociedad estatal Aguas del Duero.
Previamente, Begoña Contreras pidió a Narbona que ante la situación generada proceda al cese de la presidenta de la CHD, «no queda otra solución para este problema, algo que se lo agradecería no solo yo, sino sus correligionarios del PSOE en Burgos y Castilla y León, los regantes, los habitantes de la zona y los representantes de la Comisión de seguimiento». También denunció que Castrovido sea la única presa revisada por el Ministerio que sufre una disminución de su capacidad cuando «otras se están recreciendo y éste es el único caso de toda España».
Contreras valoró que «desde la aparición de Caballero en la CHD han comenzado a caer técnicos y la paralización de las obras», al tiempo que recordó otros temas de conflicto como la paralización del proyecto de actuación en el río Odra o la eliminación de los convenios de plantaciones de chopos con los ayuntamientos de la cuenca. En su discurso recordó que según un informe de la presidenta de la CHD dirigido al director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente «se dice que la rebaja de la cota deja fuera del nivel de inundación el molino de la familia Chillida», cuestionando si este era uno de los motivos por los que se decidió la rebaja, un asunto que Narbona no respondió en su turno de réplica.
Repercusión nacional y veto ante los medios de comunicación.
El portavoz de la Comisión de seguimiento de las obras de la presa de Castrovido, Dositeo Martín, se mostró ayer muy satisfecho tras la celebración del Pleno del Senado. Una satisfacción que no estaba motivada por la respuesta de Narbona, «que ha sido más de lo mismo», dijo Martín, pero que sí llegó ante la notoriedad que consiguieron los miembros de la Comisión. «Hemos conseguido una mayor repercusión, incluso nacional», dijo. Aunque el desalojo del hemiciclo fue pacífico y estaba «previsto» por los miembros del colectivo, su presencia en las dependencias del Senado donde realizan su labor los medios de comunicación de todo el país no debió agradar. Y es que al salir de la sala, los informadores requirieron a los miembros de la Comisión para que les explicaran los motivos de su presencia, algo que según explicó Martín «nos impidieron, incluso empujándonos para que no nos acercáramos al micrófono y tapando los objetivos de las cámaras». Para el portavoz es «normal que nos echaran del Pleno porque allí no se puede hablar, aplaudir o mostrar carteles, pero fuera creo que teníamos derecho a la libre expresión y los medios a la libre información, ha sido algo violento», se lamentó.
La ministra recibe.
A pesar de que la ministra no accedió en la mañana de ayer a conversar con los representas de la Comisión de seguimiento que acudieron al Senado, si que consiguieren algo «positivo» de su presencia en Madrid, y es que la secretaria particular de Narbona les invitó a solicitar de manera formal una entrevista con la ministra, «nos entregó una tarjeta asegurando que recibe a todo el que los solicita», dijo Dositeo Martín. Por ello, ayer mismo, el colectivo envió un fax al Ministerio explicando las motivaciones de la Comisión y reclamando a Narbona «que cumpla su palabra y nos reciba lo antes posible», explicó el portavoz.
Sobre la intervención de Narbona, Martín habló de «cachondeo» ya que «se ha limitado a expresar su confianza en Helena Caballero, y a decir que la rebaja y las actuaciones van a ser mejores para la cuenca del Arlanza». Al tiempo criticó que sobre la presentación del modificado del proyecto solo dijera que «tarda como lo hacen miles de expedientes», algo que para Martín es consecuencia de que «no hay nadie que lo quiera firmar, porque es una copia del anterior pero en la que se rebaja a la mitad de capacidad por lo que los cuatro objetivos marcados no se cumplen». Además censuró que Narbona criticara las denuncias sobre el retraso en el proyecto, «cuando ha sido el propio Ministerio el que ha marcado los plazos y hasta ahora no los ha cumplido ninguno», explicó tras la salida del hemiciclo.
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